El propósito de la arquitectura es proporcionar una comprensión de los diferentes elementos que conforman una organización y cómo estos elementos se interrelacionan, lo que permite a la organización alcanzar sus objetivos actuales y futuros de manera efectiva.
- Una organización puede convertirse en un laberinto de contratos de terceros, procesos variables en diferentes silos organizacionales, diversos productos y servicios que se han personalizado innecesariamente para diferentes clientes y una infraestructura heredada sembrando un panorama complejo donde cualquier cambio se vuelve mucho más difícil de implementar e introduce un riesgo mucho mayor.
- Así como el entorno y el ecosistema de la organización moderna se han vuelto más complejos, también el desafío de aumentar la eficiencia y la automatización, lograr agilidad y resiliencia organizacional en medio de esa complejidad crece.